Jacarandas en Valencia

Jacarandas en la Ciudad Fallera

 En estos días, mucho es el dolor de cabeza que produce a los valencianos, el hecho de salir a la calle y encontrarse con su coche lleno de una sustancia pegajosa procedente de los árboles de flor morada, que en ese lugar se encuentran plantados. Las Jacarandas y más concretamente la Jacaranda mimosifolia, de la familia de bignoniáceas, un árbol subtropical que se puede encontrar con frecuencia en muchos parques del arco mediterráneo español, “parques” no calles, como el que encontramos en los ajardinamientos del Turia

Popularmente también se le conoce como Jacaranda, Jacarandá, Llama azul, Gualanday Palisandro, Tarco… Pertenece a la familia de las Bignoniáceas y es originario de Sudamérica, concretamente de una amplia zona que comprende países como sur de México, Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.

Su principal virtud es la belleza. Y su principal defecto, la suciedad que genera en Valencia, cuando comienza su floración, con la llegada del buen tiempo. 

Capo del coche con la resina

Tienen apenas unos días de floración, pero en el transcurso los mismos no dejan indiferente a ningún viandante, pues la mayoría se ven obligados a esquivar las flores para no resbalar. O los vehículos, otro de los grandes perjudicados. Donde ninguno  de los que se encuentren aparcados en la zona donde se encuentren estas, se librará de lucir en la carrocería un manto de flores y una espesa capa de resina. Las flores malva que suelta el árbol desprenden una especie de melaza que cubre capos y lunas. Pero, según algunas fuentes, 'esta melaza desaparece con sólo rociar el coche con un manguerazo de agua'. Y ¿Dónde encuentro la manguera a las 8:00 de la mañana cuando voy a dejar a mis hijas al colegio? Quizás las brigadas de Ingeniería Urbana, deberían habilitar algunas, en ciertos lugares de la ciudad, una opción.

La limpieza de las aceras, que se lleva a cabo a primera hora de la mañana, no sirve de mucho ya que pasados unos minutos la escena vuelve a repetirse y todo vuelve a estar como al principio.

Desde hace unos años, podemos verlos implantados en muchas calles, de reciente construcción en la ciudad  y jardines. Suele florecer sobre una primavera tardía, y como hemos comentado, es un suplicio para muchos conductores y peatones, que ven cómo sus llamativas y numerosas flores  de color azul claro a violáceo, están esparcidas por todo el vehículo, junto con la sustancia pegajosa difícil de quitar, aunque digan que se va con agua.

Parece que su madera es muy apreciada para trabajos de carpintería y ornamentos de coches de gama alta. Bueno pues ya tienen una segunda opción.

Ya han habido casos donde se ha pedido su retirada de las calles, como el de Málaga en el 2009 donde los vecinos de la calle Del Río de Vélez, pidieron al Ayuntamiento que se retiraran las jacarandas existentes en la vía urbana debido a la suciedad que provocan en las aceras. y añado “y coches”. Al final fueron transplantadas a una zona del carril bici ubicado en Río Seco y sustituidas por Naranjos .O en  Murcia, donde la floración de jacarandas y moreras llenaban de suciedad las calles . Es otra opción, así los amantes de estos árboles ornametales podrían disfrutar de su aroma y manto de flores en jardines de la ciudad, llenando de colorido el entorno, sin dañar, ni perjudicar a muchos ciudadanos.

En consecuencia tendrían que darle solución, ya que aunque parece que el tiempo es corto, se hace eterno para el sufridor. Planteando, eso sí, alternativas al mismo

 Artículo de opinión Jose Cuñat