El conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, ha alabado la labor del Casal de La Pau, durante sus 40 años de vida, en favor de la integración social de reclusos y exreclusos de la Comunitat Valenciana. Blasco ha visitado la sede del Casal de La Pau, con motivo de la puesta en marcha de un programa específico destinado a personas extranjeras, financiado por la Generalitat, a través de su departamento.
El objetivo del Casal de La Pau es la acogida, atención integral y acompañamiento de reclusos y exreclusos que se encuentran en situación de indefensión y exclusión social. El equipo actual del Casal está formado por 12 trabajadores y cerca de 100 voluntarios que trabajan desinteresadamente por facilitar la vida, tanto a reclusos en periodo de permiso penitenciario como a personas que ya han cumplido sus penas y necesitan ayuda para reintegrarse en la sociedad.
Blasco ha calificado de "necesario" el programa específico para extranjeros, "ya que durante los últimos años ha aumentado el número de usuarios inmigrantes atendidos por el Casal de La Pau, como consecuencia lógica del incremento de la población extranjera en la Comunitat Valenciana".
Rafael Blasco ha explicado que las deficiencias más habituales entre la población extranjera son el desconocimiento de las lenguas oficiales de la Comunitat, del funcionamiento de nuestro sistema laboral o de los beneficios penitenciarios por determinados comportamientos.
En concreto, a través del programa destinado a extranjeros financiado por la Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía se prestarán los servicios de alojamiento y manutención, asesoramiento jurídico especializado en extranjería y en derecho penal, apoyo y asesoramiento en la búsqueda de empleo y coordinación con entidades y organismos especializados en la atención a la población extranjera. "Todo ello con la finalidad de que estas personas puedan integrarse en la sociedad valenciana, una vez cumplan sus penas".
En este sentido, el conseller ha destacado que el Casal de la Pau "está invirtiendo un importante nivel de recursos humanos en integrar a personas que, a pesar de haber cometido un error en el pasado, intentan readaptarse a la sociedad. Esta es la historia de los reclusos y exreclusos que, en ocasiones, se encuentran en desamparo por su pasado".
"El Casal de La Pau les brinda una segunda oportunidad para que puedan reinsertarse en la sociedad como ciudadanos de pleno derecho y ellos deben ser conscientes de que no pueden dejarla escapar y les animo a no hacerlo", ha concluido Blasco.
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