El juzgado de instrucción número 18 de Valencia, en funciones de guardia, decretó el pasado sábado la libertad del hombre de 28 años detenido como presunto autor del envío de un artefacto explosivo a sus antiguos jefes, según han informado a Europa Press fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
La causa corresponde al juzgado de instrucción número ocho y, de momento, está abierta por un supuesto delito de amenazas graves, según las mismas fuentes. El presunto autor de los hechos fue detenido el viernes por agentes de la Brigada Provincial de Información de Valencia y pasó a disposición judicial el sábado.
Las investigaciones se iniciaron cuando los policías tuvieron conocimiento de que el pasado 8 de julio sobre las 13.00 horas, un artefacto explosivo había sido colocado en la puerta de un domicilio del distrito de Russafa de Valencia. A continuación una persona había llamado hasta en tres ocasiones a un miembro de la familia que vivía en ese domicilio, alertándole sobre el mal que iban a sufrir e instándole a entregarle 1.000 euros en una papelera próxima a la zona de Campanar para evitar ese daño.
Los investigadores identificaron al sospechoso, que resultó ser un antiguo trabajador de la empresa propiedad de la familia extorsionada. El empleado fue despedido en agosto de 2010 tras ausentarse de su trabajo durante un mes sin dar explicaciones.
El ahora detenido demandó en 2010 a los propietarios de la empresa --dos hermanos-- por despido improcedente si bien la sentencia declaró que no había lugar a indemnización alguna y que el despido había sido conforme a derecho. El detenido, con antecedentes policiales, tenía unos altos conocimientos en informática y electrónica así como una gran habilidad en la fabricación de artilugios.
Del análisis obtenido en los informes de los técnicos especialistas de Policía Científica y TEDAX se determinó que el material utilizado en la fabricación del artefacto es un explosivo con gran poder detonante, según la Policía.
La causa corresponde al juzgado de instrucción número ocho y, de momento, está abierta por un supuesto delito de amenazas graves, según las mismas fuentes. El presunto autor de los hechos fue detenido el viernes por agentes de la Brigada Provincial de Información de Valencia y pasó a disposición judicial el sábado.
Las investigaciones se iniciaron cuando los policías tuvieron conocimiento de que el pasado 8 de julio sobre las 13.00 horas, un artefacto explosivo había sido colocado en la puerta de un domicilio del distrito de Russafa de Valencia. A continuación una persona había llamado hasta en tres ocasiones a un miembro de la familia que vivía en ese domicilio, alertándole sobre el mal que iban a sufrir e instándole a entregarle 1.000 euros en una papelera próxima a la zona de Campanar para evitar ese daño.
Los investigadores identificaron al sospechoso, que resultó ser un antiguo trabajador de la empresa propiedad de la familia extorsionada. El empleado fue despedido en agosto de 2010 tras ausentarse de su trabajo durante un mes sin dar explicaciones.
El ahora detenido demandó en 2010 a los propietarios de la empresa --dos hermanos-- por despido improcedente si bien la sentencia declaró que no había lugar a indemnización alguna y que el despido había sido conforme a derecho. El detenido, con antecedentes policiales, tenía unos altos conocimientos en informática y electrónica así como una gran habilidad en la fabricación de artilugios.
Del análisis obtenido en los informes de los técnicos especialistas de Policía Científica y TEDAX se determinó que el material utilizado en la fabricación del artefacto es un explosivo con gran poder detonante, según la Policía.
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